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martes, 4 de mayo de 2010

EL TRABAJADOR EUROPEO (Final)

La Organización Internacional del Trabajo se constituyó a través del tratado de Versalles de 1919 y formó parte como oficina especializada de la desaparecida Sociedad de Naciones. En 1946 se integró a la O.N.U.. La O.I.T. actúa mediante una Conferencia Internacional del Trabajo, que se reúne por lo menos una vez al año en Ginebra. En ella participan los delegados de los gobiernos, de los trabajadores y de los patrones de cada país.

Las finalidades de la O.I.T. se concentran en: la promulgación de leyes sobre la reglamentación de las horas de trabajo y su duración máxima. Contratación de mano de obra y lucha contra el desempleo, garantía de un salario que asegure condiciones de vida decorosa, protección a los trabajadores contra enfermedades generales o profesionales, pensiones de vejez e invalidez, defensa de los intereses de los trabajadores cuando se encuentran desempleados.

Los estados signatorios de la O.I.T. y que, por lo tanto, sienten una sincera preocupación por los problemas sociales, han ratificados todas las leyes emanadas de la O.I.T. y otras sobre higiene industrial, servicios de inspección, descansos retribuidos, etc. que se denominan “Código Internacional del Trabajo”.




Miles de trabajadores de todo el mundo participaron este año en celebraciones y manifestaciones multitudinarias el pasado 1 de Mayo, pero lo que empezó como una fiesta se conviertió en auténticas batallas campales en ciudades europeas como: Berlín, Moscú y Grecia (país sumido en una gran crisis económica).

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