La Revolución Industrial avanzaba y Estados Unidos comenzaba a crecer con ella a pasos agigantados atrayendo a miles de obreros europeos que buscaban las mejores condiciones de trabajo. Pero el resultado fue la explotación de hombres, mujeres y niños con jornadas laborales de hasta dieciocho horas diarias en las peores condiciones imaginadas.
La "Nueva Orden de los Caballeros del Trabajo" convocó a los obreros a una huelga general para exigir que la jornada laboral fuera de ocho horas. Chicago era entonces la segunda ciudad de los EEUU. Aquel 1 de Mayo, trabajadores de distintas fábricas acudieron a la llamada y más de 200.000 obreros participaron en alrededor de 5.000 huelgas.
El día 2 la policía había disuelto violentamente una manifestación de más de 50.000 personas y el día 3 se celebraba una concentración en frente a las puertas de la fábrica de maquinaria agrícola McCormick, que era la única que trabajaba. Comenzó una represión desmedida y una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar sobre la gente produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos.
Como venganza, el día siguiente, el 4 de Mayo se convocó un acto de protesta en la plaza Haymarket. Alrededor de 20.000 personas fueron reprimidas y numerosas personas fueron heridas en lo que se conoció como Revuelta de Haymarket. Un artefacto estalló entre los policías que hirieron a los trabajadores, saldándose con la vida de uno de ellos. Así, centenares de trabajadores fueron detenidos por el asesinato del policía. Finalmente, se responsabilizó a ocho anarquistas declarándolos culpables. Tres de ellos fueron llevados a prisión y los otros cinco fueron ahorcados. Éstos son conocidos como los Mártires de Chicago.
Tres años más tarde, el 14 de Julio de 1889 se convocó el Congreso de París donde se fijo el día 1 de mayo como "Día internacional del trabajador".
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